EL CAMINO DE SANTIAGO EN GALICIA

Hacer el Camino de Santiago para muchos es de aquellos objetivos que siempre están presentes en nuestra mente, pero que en la agenda personal siempre acaban siendo relegados para tiempos venideros, a menudo con la frase "cuando me jubile...". En mi caso, que la actividad está asociada al montañismo y a sus diversas modalidades, la chispa solo se encendió cuando mi compañera hizo una propuesta firme de realizar una parte del Camino y disponíamos para ello de unos diez días de vacaciones. De esa manera y después de mirar entre la multitud de posibilidades, nos decidimos por el tramo de Galicia del Camino Francés, en total siete etapas. El punto de partida sería O Cebreiro puerta de Galicia del Camino, pequeño y agradable pueblo montañés, a partir de allí y en las primeras etapas de adaptación prevalecería el descenso. 
Para realizar nuestra andadura contratamos los servicios de una de las muchas agencias especializadas, los servicios incluían la contratación de hoteles, el transporte de equipajes entre etapas, el transporte privado hasta el inicio i un seguro de viaje para cubrir posibles incidencias. Cabe decir que el hecho de escoger el Camino Francés fue un acierto porque a lo largo de todo el camino la oferta de establecimientos está muy asentada en el territorio, de manera que en todas las etapas vamos encontrando multitud de pequeños albergues y posadas donde nos ofrecen servicio de restauración a un precio muy asequible y con productos de la tierra. A través de conversaciones con otras personas que han realizado el peregrinaje por otros caminos al margen del francés, esto no sucede y la infraestructura de establecimientos en ocasiones es nula, la cual cosa endurece el día a día. Una vez realizado el Camino puedo afirmar que para nosotros ha sido una agradable experiencia, una larga andadura a través de un entorno exuberante  donde paso a paso, vamos descubriendo agradables paisajes, solitarias aldeas y gentes amables y generosas dispuestas a hacernos más llevaderas las largas distancias que debemos cubrir entre etapas.
El camino se encuentra perfectamente señalizado y no ofrece dudas en encrucijadas o desvíos que de forma continuada  nos surgen a lo lago de la ruta, para ello disponemos de grandes mojones de granito con la dirección adecuada i también de flechas en paredes o muros mediante placas o pintura amarilla. Debido a esta exhaustiva señalización no es necesario en absoluto el uso de GPS. Al inicio del camino se nos entrega el carnet del peregrino que es una credencial desplegable en la que a lo largo de la ruta iremos sellando en los lugares de paso, todos los establecimientos disponen de sello i es de uso libre para todos los peregrinos. Al llegar a Santiago mediante un proceso de solicitud se nos otorgará un  diploma personalizado
Podemos encontrar información general y recomendaciones del Camino en la web oficial.
En conclusión realizar el tramo gallego del Camino para nosotros ha sido como una agradable aventura en la que casi todo estaba previsto, el constante  descubrimiento de un territorio nuevo para nosotros en el que el inicio de cada etapa estaba impregnada del humano sentimiento de curiosidad sobre aquello que nos depararía el nuevo espacio a recorrer. Desde que dimos el primer paso en O Cebreiro hasta que entramos en la Plaza del Obradoiro de Santiago recorrimos 160 km de caminar agradable y feliz, el placer de compartir, de sentirse peregrino y de poder hacerlo con la mejor de las compañías.


V   I   D   E   O   S  

ETAPA-1      (24km)    O CEBREIRO - TRIACASTELA

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