Situados en pleno Maestrazgo y a poca distancia del pequeño pueblo de Pitarque nace un río que nos ha sorprendido por su caudal, si además tenemos en consideración que en pleno agosto del 2023 arrastramos una sequía persistente desde hace meses, es el río Pitarque, declarado Monumento Natural por el Gobierno de Aragón. La visita hasta su nacimiento ofrece un agradable paseo con un desnivel casi imperceptible que podemos realizar pausadamente en unas tres horas. Señalizada en su totalidad con marcas PR (blancas y amarillas) el camino transcurre por su margen hidrográfico izquierdo, en su totalidad alejada del cauce, es tan solo cuando estamos ya cerca del nacimiento que el amplio valle se estrecha y llegamos a su cauce. Todo el entorno de la garganta que constituye el propio sector del nacimiento es de gran belleza. El río fluye a través de pequeñas gradas, su sonido, la frondosa vegetación y el entorno mineral se complementan para transmitir en su conjunto, paz y sosiego.
A lo largo del camino que realizamos desde Pitarque, los primeros dos quilómetros los realizamos por zonas carentes de arbolado, por lo que en verano y en horas de calor, es una consideración a tener. A partir de la Ermita de la Virgen de la Peña la vegetación ya nos acompaña hasta el fin de la ruta. Poco antes de alcanzar una pequeña central hidroeléctrica cruzamos mediante ayuda de una pasarela de madera junto a una sorprendente y refrescante cascada. Junto a la central encontramos también una pequeña area de pícnic. Los servicios en la zona són muy limitados, en nuestra estancia en el Maestrazgo nosotros escogimos como alojamiento, la Posada de Pitarque situada en la misma población, ofrece habitaciones con baño a buen precio y servicio de bar con comidas. Pitarque además de constituir por sí mismo, un rincón de mundo, es también un buen enclave para realizar excursiones por las zonas colindantes.
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